Diana Bishop

Mide 161 cm y pesa 50 kg, tiene una larga y roja melena que le llega hasta la cintura con las puntas en cairel, está sujeto por una media cola con un listón de color blanco; en su rostro caen dos largos mechones de cabello que terminan con unos delicados caireles y en su frente reposa un flequillo irregular. Tiene ojos de color morado oscuro, su mirada es profunda e hipnotizante. Suele vestir a la moda y con ropa de acuerdo a la temporada, por lo regular se le ve con faltas de tablas cortas o jeans y shorts ajustados. Sus labios carnosos de un hermoso color cereza que invitan a ser probados, a pesar de su estatura y peso, tiene un excelente físico, bien proporcionado que ha obtenido por todo el tiempo que practica con las porritas o en sus clases privadas de kendo.

A simple vista Diana puede dar la impresión de ser una chica tímida e introvertida, sin embargo las apariencias suelen engañar a cualquiera. La verdad es que es todo lo contrario, aunque eso no quiere decir que no tenga sus momentos en los que se comporte de forma tímida, pero no es algo que le guste demostrar con facilidad.

Su personalidad no es fácil de definir ya que no suele comportarse de una forma en específico, más bien es el tipo de persona que suele dejarse llevar por la situación, aunque sin llegar a hacer cualquier cosa sin pensar; es una chica que puede llegar a comportarse de formas muy contradictorias, ni ella misma puede definirse, la verdad es que normalmente su actitud cambia dependiendo de su humor.

Le gusta llevar la contraria a las personas ya que le resulta un poco divertido, sobre todo cuando la persona en cuestión tiene la osadía de meterse en su “territorio”, con sus objetivos o con las personas que considera como suyas. Sin embargo odia cuando es a ella a quien contradicen.

Le gustan los retos y no se rinde cuando esta frente a uno, la verdad es que hace todo lo que este a su alcance para conseguir cualquier cosa que se proponga, sin importas sobre quien tenga que pasar para conseguirlo. Prefiere sonreír antes de mostrarse abatida por cualquier cosa, dado que es muy orgullosa y detesta mostrar debilidad ante otras personas. Para ella, llorar frente a alguien o demostrar signos de debilidad es imperdonable, porque le estaría dando las armas para dañarle.

Ella es generalmente, amable con las personas y muy educada al hablar se le hace fácil tratar con la gente, debido al carisma y facilidad de palabra. Sabe cómo hablar con los diferentes tipos de personas y con tal de conseguir sus propósitos muchas veces tiende hacerlo de manera hipócrita. Tiene un lado pícaro, le encanta jugar con las personas, provocarlas e ilusionarlas, pero siempre manteniendo un límite que ella misma a establecido desde años atrás.
Es muy extraño que ella se enoje ya que tiene un buen control de la ira, pero si logras hacerla enojar…será mejor que no la hagas enojar o te vas a conseguir con una enemiga sumamente digna y peligrosa. A pesar de esto, si suele molestarse con mucha facilidad, aunque tienda a ocultarlo, su comportamiento y mirada delatan la molestia que tiene en ese momento, y es cuando su lengua se vuelve afilada y se asegura de causar daño de una forma tan inocente que no se sabe si lo hace a propósito o por accidente.
En cuanto al amor ella, jamás lo ha sentido en su vida, una vez tiempo atrás creyó haberlo sentido por un hombre, pero este le hizo algo horrible, creando en ella un resentimiento sobre cualquier personas que dijera “amarla”, debido a este hecho dejo de creer en el amor, volviéndola un poco fría e indiferente en este tema. Si en algún momento se llegara a enamorar daría todo por esa persona.
En el amor es celosa y protectora, aunque también puede ser cursi y romántica; aunque al principio esta confusa y no quiera admitir lo que siente.


Aunque no lo parezca, ni lo demuestre, puede llegar a ser algo pervertida, pero solo con su pareja, ya que no es del tipo de personas que vaya haciendo ese tipo de cosas con cualquiera, cree que las relaciones sexuales y derivados son algo especial que únicamente se hace con la persona que se considere especial, aspecto que incluso a ella le parece un poco tonto, pero que aun así no puede evitar.

Nació en Massachusetts, durante el otoño. La única heredera de un antiguo y prestigioso linaje de brujas, que era lo que todos pensaban ya que descendía de Bridget Bishop, la primera mujer ahorcada en Salem bajo el cargo de brujería y de los Proctor, otra importante familia de brujas que tiene tanta antigüedad como los Bishop.

El apellido se ha mantenido desde tiempos atrás, cuando la hija de su Bridget se rebeló ante el injustificado asesinato de su madre y se cambió el apellido al de su madre, desde entonces todas las mujeres de la familia llevan el apellido Bishop sin importar su matrimonio o sus padres.

Sus padres, reconocidos investigadores, la criaron y educaron como una señorita de sociedad, pero cuando ella cumplió los 8 años, sus padres tuvieron que viajar a África por una investigación, viaje del cual no volvieron con vida. A pesar de los esfuerzos de su tía por esconderle la verdad, encontró un viejo periódico y vio la fotografía en blanco y negro de los cuerpos destazados de sus padres, al parecer fueron asesinados por viejas creencias de que eran brujos.

Paso los siguientes años de su vida, en la casa de sus tías hasta que con el apoyo de ellas, logro viajar a Francia a continuar sus estudios, consiguiendo rápidamente un lugar como capitana del grupo de porristas del instituto.

Fue en este país donde conoció lo que ella creía que era su primer amor, un chico carismático que a pesar de los problemas que siempre tenían siempre conseguía lograr que ella le perdonara. Todo acabo cuando el chico en cuestión, le engaño y trato de venderla a un traficante de mujeres a cambio de dinero, siendo salvada por unos viejos amigos y su primo, que pasaban por ese lugar. A partir de entonces dejo de creer en el amor, diciendo “si una persona que dice amarte, te hace este daño… el amor es innecesario”.

Motivada a no dejar que este tipo de historia volviera a ocurrirle, guardo su corazón dentro de una fría coraza, que no permitía a nadie acercarse. Esperando que sanara, sus tías la inscribieron en este nuevo instituto, donde comenzaba una nueva historia.